En el mes de julio en el programa televisivo CINC DIES, en el que participo cada semana en IBTV, salió a relucir el término perennials, el cual yo desconocía totalmente.
Las mujeres “perennials”, son aquellas que, con más de 40 años, se sienten como las hojas perennes, esto es, que no se sienten que marchiten en vidas monótonas y aburridas, sino que por ellas pareciera que no pasan los años.
El término me encantó y me hizo reflexionar mucho. ¿Realmente me siento así?.
Mis amigos me dicen que estoy mejor que nunca, (por algo son mis amigos) y al regresar este verano a mi tierra natal, las palabras de todos los que me conocen fueron: “Chica se te ve mejor que nunca”.
Así que volví a casa más contenta que unas castañuelas y con el ego bastante subido, porque al mirarme al espejo y teniendo en cuenta que el bisturí todavía no ha tocado mi cuerpo, ni mi cara, realmente pensé: “podría ser bastante peor”.
Pero es cierto que los años pasan y obviamente no parece que tenga 20 primaveras ni las pretendo, porque, el concepto perennials es algo más que eso.
Consiste en no dar importancia a la edad, en vivir como si no existiera limitación de tiempo, adaptarse a las nuevas tecnologías, no obstante, teniendo en cuenta la experiencia de vida, que te han dado los años.
No consiste en parecer que tuvieras 15 años, consiste en vivir sin condicionamientos de edad, ni sociales, ni de género, en pensar y sentir que tienes todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieras hacer y que la edad no será un obstáculo para ello.
No es simplemente mantener en forma físicamente, sino haberte reinventado tantas veces que ya no las cuentas y saber que seguirás haciéndolo mientras la salud te lo permita.
No tener miedo al cambio y saber que el mismo es eterno mientras vivimos, que “El cambio” es continuo en nuestras vidas y que nos adaptamos, o la vida nos sacará de ella.
Ser perennials significa saber que siempre puedes volver a empezar y que te vas a adaptar a tu día a día y a tu nueva vida en cada momento, que nada es eterno y que ahora el tiempo no tiene límites y que siempre podrás volver a empezar.
Yo estoy rodeada de amigas perennials, de mujeres con las que trabajo todos los días, no somos pocas, sino muchas las que sabemos que, aunque nos hemos hecho mujeres maduras, la adaptación está en nosotras y que vivimos con el espíritu de los 15 años, como si no hubiera un mañana.
Es más, al eliminar los condicionantes que nos rodeaban como la vergüenza, el qué dirán los demás, o qué pensarán de nosotras, la vida es mucho más sencilla y más fácil nuestra existencia.
¿Te apuntas a esta revolución de mujeres perennials?