Picornell sube al escenario ante una pantalla en la que se presentan fotografías. Reconoce que “ser presidente, ha sido un cambio muy acelerado en mi vida aunque como político ya había montado barras de bar, conciertos de rock por la república, organizado manifestaciones... Puedo decir que me han multado alguna vez por resistencia pacífica. También me he llevado alguna hostia”.
Reconoce que “si cuando era herrero me hubieran dicho que sería presidente del Parlament hubiera pensado que era algo surrealista. Pero, bueno, en política hay que darlo todo”. Reivindica que Podemos hace otro tipo de política porque “somos gente diferente y no tenemos miedo a nada ni a nadie, ni a la más rancia institución, que no es la mía, y que estamos transformando para llevarla al siglo XXI”. Por ello admite el revuelo mediático causado por su nombramiento: “causa sensación que un republicano pueda representar a una sociedad tan diversa como que un monarca pueda representar a tantos republicanos”. Al respecto critíca a Felipe VI y anuncia (tal y como sucedió) lo que iba a decirle cuando se encontraran: “las heridas hay que cerrarlas y me avergüenzan las palabras del rey cuando España es el segundo país del mundo después de Camboya con más fosas comunes”
El presidente del Parlament asegura que “soy currante desde los 16 años, llevo 20 años de oficio” y se sorprende de al dureza del trabajo del político: “el trabajo físico se recupera con descanso en casa pero el cansancio mental nos juega malas pasadas”.