La población se prepara para lo peor. En la isla de Antigua ya han sacado los barcos de los puertos, han tapiado casas y comercios, además de acumular el mayor número de provisiones en los supermercados.
Aunque como muestran en los informativos norteamericanos la trayectoria que tomará el huracán sigue siendo incierta, el gobernador del Estado de Florida ha decretado el estado de emergencia con la mente puesta en la devastación que dejó hace tan solo unos días el huracán Harvey, que ha dejado un saldo de más de 40 muertos.