DEPORTES

El culebrón del Lluís Sitjar

Alejandro Vidal | Viernes 25 de agosto de 2017
Uno de los motivos por los que Robert Sarver, igual que su CEO, no puede presumir de mallorquinismo ni vender esa moto a nadie, se refleja en el desprecio que han mostrado hacia la Asociación de Copropietarios del Lluis Sitjar, herederos en buena parte de viejos aficionados de clase media o media-alta, que en un momento de necesidad se rascaron el bolsillo para que el Mallorca tuviera un estadio decente y adaptado a su realidad deportiva y social. Mientras ellos han pagado la parte que les correspondía por el derribo forzoso de la estructura de Es Fortí, Maheta Molango se sigue haciendo el loco, se ha llevado el asunto a un bufete madrileño y negocia con el Ajuntament a espaldas de dichos copropietarios a los cuales ha pretendido humillar puntualmente con ofertas de compra de sus títulos como si el problema fuera de dinero y no de sentimientos.
Ahora estos mallorquinistas de pro han decidido efectuar una consulta técnica para valorar si la parte que tiene que abonar el club se adapta a la legalidad. Argumentan y hay fotos que lo demuestran, que se realizaron numerosas obras en todo el recinto sin contar con la aprobación de los dueños, mientras la entidad solamente era inquilina y administradora. No es necesario calificar este pequeña guerra de guerrillas, pues basta con la demostración de que las intenciones de los americanos y sus ejecutivos son meramente especulativas y por mucha ilusión o entusiasmo que quieran vender, hace mucho tiempo que mostraron el plumero. Prácticamente desde su llegada. Siempre y por supuesto con colaboradores necesarios, a pesar de que algunos de ellos ya hayan abandonado Son Moix.

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