DEPORTES

La grada vacía

Alejandro Vidal | Martes 15 de agosto de 2017
No sé si alguien le ha explicado a Molango lo que es la U televisiva. Supongo que si. Es el campo visual que abarca una o varias cámaras de televisión colocadas siempre con el sol a sus espaldas para evitar contraluces y que suele abarcar los dos fondos de un estadio y el lateral del este; si, ese que el Mallorca ha decidido cerrar para ahorrar gastos de mantenimiento y personal. No, la cosa no va con Iván Campo, hablamos de otros dispendios y otros trabajadores.
No es menos cierto que, sorprendentemente, IB3, nuestra televisión autonómica de la que prefiero no hablar por empatía con algunos de los colegas que han encontrado cobijo en Son Bugadelles, no se ha planteado transmitir esta temporada los partidos de los cuatro equipos baleares de Segunda B, una oportunidad que podría no darse muchas temporadas más. O si lo ha hecho, si bien se rumorea que en Son Moix se subieron a la parra a la hora de imponer su canon. Normal, no; pero si habitual.
Tal vez debido a este desacuerdo, el CEO del Mallorca ha dado por buena la imagen que podrán ver los espectadores si se llega a dar el caso de que transmitan un partido, es decir una grada completamente vacía. No sé si es peor que pagar tres perras y que se perciba un cierto ambiente. Sin contar con el escaso atractivo publicitario de un hipotético vallado a pie de campo que solo verán las dos o tres mil almas que tomen asiento bajo la cubierta de la grada oeste, la de sombra de toda la vida.
Lo malo de la genial idea es que tanto barullo se ha armado para nada. La mitad del campo en servicio se quedará grande para acoger al público que decida ir al fútbol a las doce del mediodía, por regla general. Apuesten por el sesenta por ciento de los casi siete mil quinientos abonados como mucho y eso si los resultados acompañan. Poco viaje, si; pero peores alforjas.