El mercado turístico en los destinos punteros del Mediterráneo continúan convulsos e inestables, lo cual beneficia a Balears. Ante la escalada de tensión que se vive entre Alemania y Turquía, los empresarios de nuestra comunidad juegan sus bazas en la negociación con los turoperadores. Atrás han quedado los tiempos en que los turoperadores establecían precios y condiciones. O lo tomas o lo dejas. Ahora se ha dado la vuelta a la tortilla y Turquía deja de ser destino preferente por su pulso con el gobierno alemán. La postura de Erdogan le puede salir cara en términos económicos al sector turístico turco.
Los operadores turísticos están intentando comprar más plazas en otros destinos del Mediterráneo, también en Balears, pues la necesidad de recolocar a todos los que no se quiere enviar a Turquía, es grande. Y en esta tesitura de río revuelto, los hoteleros de Balears pueden salir beneficiados y subir precios. De este modo, los paquetes turísticos serán algo más caros y por tanto, es previsible que la gente que los compre tenga mayor capacidad económica y poder adquisitivo mayor, lo cual beneficia indirectamente al resto de la industria turística.
Balears sale beneficiada así de una coyuntura negativa para nuestros competidores. Pero no deja de ser algo coyuntural que tarde o temprano, cambiará. Mientras tanto, hay que beneficiarse en lo posible y aprovechar la posición ventajosa que ahora tenemos para cuando los vientos favorables dejen de soplar.