Hoy leyendo las noticias como cada mañana, me encuentro con un reportaje de esta misma casa, sobre el empresario mallorquín Miguel Bordoy Borrás, presidente de Trablisa y presidente de Honor de ASIMA, entre otras asociaciones que ha presidido en el transcurso de su carrera profesional.
Podría decirse que es un empresario más de tod@s los que nos podemos encontrar en nuestras islas, un hombre que ha contribuido, sin lugar a dudas, al crecimiento de la nuestra comunidad, no obstante, el artículo me ha llamado la atención por la importancia que da en él a la labor empresarial suya y de sus compañer@s.
Pareciera que últimamente solo se habla de corrupción, de fraude, de empresarios que hacen mal las cosas y me parece un deber que alguien se atreva a decir que, hay otra realidad, no existen solamente corruptos y timadores en el mundo empresarial, sino que día a día, muchos empresarios, nos levantamos para seguir hacia delante, intentando sacar nuestras empresas a flote.
Es cierto que el camino no es sencillo y que, en el transcurso del mismo, pueden rodar varias cabezas, que harán que dicho empresario sea considerado como alguien deshumanizado y “mala persona”. Pero la vida empresarial, muchas veces es como una batalla, en la que, no debería de haber buenos o malos, sino ganadores y vencidos y que eso, no nos debería de situar en el puesto de canallas, estemos en el lugar que nos haya tocado estar.
En ocasiones seremos vencedores y en otras vencidos, es cierto que, en dicha batalla, por desgracia, habrá víctimas, no me cabe ninguna duda, no obstante, estoy convencida que también habrá muchos triunfadores.
El mundo empresarial es complejo y, al igual que ocurre en otras cosas en la vida, si no has tenido una empresa, será complicado hacer una valoración de cómo se debería de hacer mejor.
Todos nacemos con dones que debemos saber desarrollar y que es nuestra responsabilidad moral hacerlo bien, no obstante, algunos tienen más posibilidades de hacerlo, porque las cartas que les han tocado en esta partida de vida son más favorables que para otros, sin embargo, tod@s podemos jugar.
Por ello, estoy totalmente de acuerdo con el Sr. Bordoy, en dignificar el papel del empresario, sin olvidar que, aunque muchos no lo han hecho bien, cada mañana muchísimos otros se levantan para seguir luchando y sacando hacia delante sus empresas.
Recordando que, mientras otros descansan y concilian, el empresario de pura cepa, difícilmente desconecta y concilia en una jornada de 40 horas semanales, porque para él, ese concepto no existe, sus días suelen tener más de 24 horas y las semanas muchas más.
Todos los días, trabajo con pequeños empresarios y autónomos ayudándoles y apoyando su crecimiento profesional y se lo difícil que resulta vivir así, no obstante, como conozco sus lágrimas, también puedo hablar de sus satisfacciones y estoy convencida que se merecen el aplauso del resto, por la dedicación exclusiva que tienen a sus negocios y por la vida de sacrificio que llevan muchos de ellos.
Como todo en esta vida, habrá timadores y tiranos dentro del mundo empresarial, me consta que es así, pero puedo asegurar que, desde mi despacho de consultoría empresarial y Coaching, cada día pasan decenas de mujeres y hombres, luchador@s y triunfador@s, que están ayudando a hacer crecer nuestras islas y nuestro país.