EDITORIAL

Pedir 6 años cuando aún quedan 2 por delante

Martes 06 de junio de 2017

La presidenta del Govern y secretaria general del PSIB, Francina Armengol, reclamó este domingo durante un acto del partido en Inca, la implicación de la militancia socialista ya que la formación tiene “proyectos que abarcan seis años más”. En un intento de movilizar a sus electores, Armengol reclama no solo acabar la legislatura -a la que le queda la mitad- sino también una reelección para gobernar 4 años más, algo que se antoja muy difícil a decir por los resultados de las dos últimas elecciones generales, donde la formación de izquierdas más votada fue Podem, relegando al PSIB a la segunda posición, con el resultado peor de su historia. Además, echando un vistazo a los antecedentes, el electorado balear jamás ha otorgado un segundo mandato a los pactos de izquierdas, que se han revelado como poco resolutivos, sin un proyecto común excepto atacar la hegemonía del PP y más centrados en tirarse los trastos a la cabeza y en caprichos de las minorías, que en solucionar los problemas de la mayor parte de ciudadanía.

Las legislaturas duran cuatro años, no ocho, y es muy lícito que Armengol ya esté pensando en su reelección, aunque solo está en el ecuador de su mandato, pero quizás le convendría más pensar en trabajar más y mejor para afianzar la recuperación económica de la que Balears se está viendo beneficiada por una coyuntura favorable. Es ahora, que la economía va bien y hay creación de puestos de trabajo, cuando es fácil acometer medidas transformadoras y reformas en nuestro modelo productivo. En lugar de ello, solo se ven nuevos impuestos, críticas a la principal industria de Balears, la industria turística, y medidas de gran calado ideológico pero de nula efectividad en la calidad de vida de los ciudadanos.

Viendo lo visto, que Armengol reclame a los suyos 6 años más suena a la exteriorización de un deseo, porque tal cosa, además, no depende de los socialistas sino del resto de formaciones de izquierdas. La presidenta debe centrarse en gestionar el Govern lo mejor posible y dejar los deseos para más adelante. Aún tiene por delante dos años de mandato y si ha de seguir o no, ya lo decidirán los electores. Si lo hace bien, las cosas vendrán solas, pero más parece por ahora y a decir de las encuestas que se publican, que si no mejoran notablemente, volverán a la oposición. Siempre ha sido así en Balears tras los mandatos de un presidente socialista y no parece que la situación vaya a cambiar porque el desánimo va cundiendo entre un electorado que esperaba mucho más.


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