Brady fue un niño ilegítimo criado en una familia de acogida en Glasgow. Fue un joven problemático que torturaba animales, delinquía y acabó alcoholizado. Sedujo a la joven Myra, una hasta entonces devota cristiana, con una mezcolanza de nazismo (recitaba Mi Lucha en alemán) y sadomasoquismo. Juntos secuestraron a los niños, los vejaron, los violaron y les hicieron fotografías antes de enterrarlos en el páramo. Fueron delatados por el cuñado de Myra que presenció como Brady mataba a hachazos a un joven homosexual de 17 años de edad para intentar impresionarle.
Hindely murió en prisión en el año 2002. Brady ha fallecido en una institución penitenciaria psiquiátrica de máxima seguridad. Ahora queda sin cerrar el misterio de donde están los restos de Keith Bennet, asesinado a los doce años de edad por la pareja. La madre del pequeño Keith murió sin saber qué fue de su hijo.