Alejandro Vidal | Domingo 14 de mayo de 2017
Hace nueve meses pocos hubieran apostado porque el Atlético Baleares disputaría la promoción de ascenso a Segunda A y el Mallorca estaría con un pié en Segunda B, pero esto es lo que hay. Racing de Santander, Toledo y Real Murcia esperan a los blanquiazules en un bombo nada fácil. Los de Sergi esperan al Almería, Numancia, Mirandés y Getafe para decidir su futuro. La permanencia queda esta semana un punto más lejos y, como era de esperar, la verdadera final, a diferencia de todas las que se han conjurado hasta la fecha, es del próximo domingo a las siete de la tarde en Son Moix.
Uno de los dueños, Andy Kohlberg, anuncia su visita. No sabemos si para despedir a Maheta Molango, ver el estado de la caja y qué hacer con ella o preguntar cómo van las gestiones para vender el club. Si ninguna de las tres posibles causas del desplazamiento responde a dichos motivos, lo mejor es que se quede en casa o siga haciendo turismo por el norte de Italia o dónde la dé la gana con Monti de guía acompañante.
Pedro Cortés, ex presidente del Valencia y directivo de la Federación Española de Fútbol, ha manifestado hace unos días que la intención del máximo accionista del club, el multimillonario Peter Lim, es deshacerse de sus título de propiedad. A veces desearíamos que se produjeran conductas miméticas. Si el mallorquinismo tuviera que pagar el precio del descenso para que la corte de especuladores que lo poseen y regentan desapareciera de la isla, probablemente se resignaría a ello. Lo malo es bajar, si se da el caso, y tener que seguir soportando semejante calvario.
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