Juan Antonio Tormo | Lunes 20 de marzo de 2017
Son muchas razones, para que de verdad se pongan las pilas nuestros políticos, se olviden de sus liderazgos internos, de futuras elecciones, de machacarse entre ellos y empiecen a buscar soluciones a los problemas reales de la gente.
Más de 77.000 hogares de Baleares no pueden afrontar a tiempo sus facturas, esto a su vez conlleva un gasto extra y un negociete más para la banca, que son las comisiones por descubierto y por no cubrir sus prestamos. Una familia que no paga su hipoteca a tiempo y encima entra en números rojos le caen una media de 75 euros en comisiones, por lo cual aquí la banca ingresa unos 65 millones de euros bajo ese concepto.
No está nada mal el bocado, ya saben ustedes que de las peores crisis y en los peores momentos de las personas, otras le sacan fruto. Pero también reconozco que no se les puede echar a la banca la responsabilidad de esta situación, porque tendría que haber una clase política capaz después de diez años de crisis, de sacar a la sociedad de estas situaciones.
Pero claro hay que recordar también, que para arreglar los problemas de la gente, tienes que tener, o una empatía con ellos o haber pasado por situaciones similares, para darte cuenta de la gravedad de estos temas. Pero si el que te tiene que solucionar la economía, vive del sueldo público que le es ingresado religiosamente cada día 30 del mes y por ello no tiene ningún problema con sus recibos, puede llegar a decir tonterías como nuestro ministro de economía que decía hace pocas fechas, que la recuperación económica es casi total hoy en día.
Se habla, se escribe, se comenta en las tertulias sobre la corrupción, pero muy poco sobre la ineptitud, la falta de saber llevar a cabo su trabajo de una manera concienzuda, la escasez de resultados en la gestión pública, en la cual se anotan la mayoría de los tantos por coyunturas internacionales que por las gestionadas por ellos, como el buen precio que hemos tenido en el petróleo o la lluvia de turistas prestados de otros países.
No socialicen la pobreza, para cubrir su mala gestión, hagan de este País una nación que sea competitiva, pero para las personas, no para otros intereses. Y como les suelo decir, que nadie se equivoque este no es un discurso de izquierdas ni de derechas, trata de ser una llamada de atención, para que cambien el ritmo y los objetivos de su trabajo, que no son pasar otros cuatro años en una poltrona, sino que les recuerden por su buen trabajo, porque para eso se presentaron a unas elecciones, ¿o no?
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