¡Qué poco ha tardado el presidente del Parlament, Baltasar Picornell, en hacer historia en la Cámara legislativa de Balears! Los indicios de su falta de idoneidad para ocupar tan relevante cargo eran muchos y muy poderosos, pese a lo cual fueron ignorados por los diputados de Podem Illes Balears, PSIB y Més, además de algunos del Grupo Mixto. Y así en el pleno de este martes pasado, Picornell ordenó a los periodistas y al público que abandonaran la sala de las cariátides durante el debate y votación de una moción en materia de transparencia presentada por el PP y a cuyo texto introdujo una enmienda Podem solicitando la dimisión del diputado popular Álvaro Gijón. El presidente del Parlament, sin encomendarse a nadie, ni requerir informe de los servicios jurídicos, ni reunir a la Junta de Portavoces, decidió aplicar el tenor literal de un artículo del Reglamento del Parlament que establece excepciones a la publicidad de las sesiones plenarias.
Picornell no tiene ni idea de lo que hace y no está a la altura del cargo
El escándalo fue mayúsculo y cosechó críticas unánimes incluso por parte de Podem, grupo parlamentario al que pertenece Picornell. Curiosamente un diputado del grupo político que presume de transparencia y abogaba incluso retransmitir por internet las negociaciones de los Acords pel Canvi, ahora ordena tratar mociones a puerta cerrada, algo absolutamente insólito. El revuelo causado obligó a Picornell a pedir disculpas y a manifestarse en contra del artículo que él decidió aplicar, lo cual es rizar el rizo y supone incurrir en una contradicción aún mayor que solo evidencia lo que ya se sabía: Picornell no tiene ni idea de lo que hace y no está a la altura del cargo. Alguien que es incapaz de prever las consecuencias de la aplicación del artículo 68 del Reglamento, es alguien incompetente para ocupar el sillón de presidente del Parlament.