Se trata de Carlos T., Tomás M., Rafel A. y Carlos V., éste último en prisión desde hace meses por lo que ha declarado por videoconferencia. Todos están suspendidos de empleo y sueldo por la administración municipal desde que se les imputase en la causa, a principios de la Operación Sancus.
Todos han comparececido ante el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán y han negado haber recibido dinero de Toni Bergas, uno de los más estrechos colaboradores de Cursach, detenido y puesto en libertad con cargos.
Por su parte, Penalva ha afirmado a su llegada al juzgadoque le consta que se han mantenido las presiones a testigos después de la detención del empresario del ocio Bartolomé Cursach. El instructor también ha reiterado a los medios de comunicación concentrados en la entrada del juzgado que porta un arma de fuego como medio de defensa.