El juez Penalva cierra la instrucción del caso de presuntas coacciones y tráfico de influencias del exdiputado popular, Carlos Veramendi, al que acusa de haber "instrumentalizado presuntamente para interés propio tanto a la Patrulla Verde como a otros agentes de distintas Unidades policiales". Así lo indica en el auto con el da por cerrada esta subpieza dentro de la causa de presunta corrupción policial.
Los denunciantes son propietarios de locales ubicados en la calle Industria de Palma. Según ellos, el acoso policial a sus locales por supuestos ruidos era "brutal" -dada la "auténtica obsesión" del entonces concejal de Palma- y sin embargo, uno de los agentes de la Patrulla Verde declaró ante el juez que "en muchas ocasiones de las que iban comprobaban que lo que denunciaba Veramendi y la realidad no coincidía puesto que el ruido no excedía y la música estaba dentro de los límites". De hecho, en una ocasión habrían ido a uno de los locales "por ruidos en la terraza y al llegar comprobaron que la terraza no estaba puesta".
En el auto, de 19 folios al que ha tenido acceso mallorcadiario.com, también se refleja la declaración de otro agente en la que habría apuntado a una recomendación de los mismos policías a estos empresarios: "Se les sugirio que se reúnan y de forma común interpongan una denuncia por coacciones contra este señor".
Porque, según el juez, el problema de ruidos solo lo tenía Veramendi. "Una vecina que residía en el inmueble desde hace 30 años, y su su vivienda está justo encima de uno de los locales declaró que nunca le ha ocasionado ningún tipo de problema, nunca ha requerido los servicios policiales, ya que nunca ha oído ningún ruido que fuera molesto" y añadía que “ningún otro local de la calle emite ruidos como para causar molestias…..los peatones que circulan por la calle suelen ser más ruidosos y molestos que los propios locales”.
Y sin embargo, la tablas incorporadas al informe "evidencian indiciariamente que estos locales, sin causa justificada alguna, eran literalmente machacados a inspecciones". Uno de los locales, por ejemplo, recibió 21 inspecciones documentadas en tres años "sin apreciar anomalía alguna" a las que hay que sumar las que no fueron documentadas.