Colores extremadamente llamativos, tipografías modernas, entradas que rompen la armonía del edificio entero... ARCA Patrimoni advierte que la tendencia va en aumento y la Administración local no actúa. "Se trata de que Cort aplique la normativa, no hay que inventarse nada", dice Àngels Fermoselle.
La "colonización" de estas formas de captar la atención a toda costa se expanden por el Centre Históric y resto de la capital y afectan a todo tipo de establecimientos: bares, restaurantes, ópticas, peluquerías, tiendas de electrodomésticos...
Para la Asociación de Revitalización de los Centros Antiguos, la conservación de las formas y estilos originales del Patrimonio de Cort es una cuestión necesaria más allá del bien artístico o cultural: "El turista también lo valorará porque vienen aquí a ver la Palma genuina, no una copia barata de otras ciudades que nada tienen que ver con Ciutat".