Se diría que el Govern haya entrado en una crisis al acercarse al ecuador de la legislatura, pues se le van acumulando los problemas sin solucionar y algunos vienen de atrás. PSIB y Més debieran entender que además de hacer política y de soltar discursos desde la tribuna del Parlament, cuando se está en el Govern toca gestionar. Hasta ahora han llevado a cabo actuaciones muy políticas que no entrañaban demasiada dificultad, como derogar la Ley de Símbolos, el TIL, devolver la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares o implementar la 'ecotasa'. Pero eso no basta. Hay que gestionar el día a día y en eso el Ejecutivo de Francia Armengol no se muestra tan ducho.
La cancelación de 48 trayectos de tren y metro del día de hoy por causa de la huelga de los trabajadores de SFM; la saturación de las urgencias hospitalarias de Son Espases que el Sindicato Médico SIMEBAL califica de crónica; y la protesta del sector agrario mallorquín, clamando por la mala gestión de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca; son tres de los frentes que actualmente tiene abiertos el Govern y que se ve incapaz de solucionar eficazmente. Convendría pues, que la presidenta Armengol tome cartas en el asunto y se asegure de que los consellers solucionan los problemas en lugar de alargarlos en el tiempo.