Vistos los últimos acontecimientos, se intuye que no es del agrado de algunos sectores del PSOE la presentación de la candidatura de Patxi López, ex Lendakari, a las primarias para ocupar la Secretaria General porque piensan que el enfrentamiento en el partido no es la solución.
Es muy evidente que la lealtad es variable según los intereses de cada uno en cada momento, no en todos los casos, está claro, hay lealtades indestructibles, ya sea por proyectos en común, afinidad o un sueldo seguro, en cambio las lealtades que pensábamos estaban consolidadas y eran fuertes como el acero, con principios como un NO es NO, ahora hacen agua por todas partes. Francina Armengol que había apoyado a capa y espada a Pedro Sánchez, quizás pensando en su propia carrera política y que Sánchez era la catapulta para conseguir un buen posicionamiento en Madrid, ahora ha cambiado de opinión, sus desvelos son para Patxi López, hasta hace unos días agazapado en la reserva y que ahora salta a la palestra en su camino al trono de Ferraz, que en su estrategia para llegar a liderar el PSOE, no ha dudado en tener un acercamiento con Susana Díaz, secretaria general de la federación andaluza del PSOE, actual Presidenta de la Junta de Andalucía i defensora de la unidad de España, en las antípodas del pensamiento soberanista de Armengol.
A Patxi López lo acusan de traicionar a Pedro Sánchez, ahora casi sin apoyos, como
si fuera una novedad. No hay partido político que no utilice las artimañas necesarias para aniquilar a quien moleste, con “finezza”, pero un contrincante menos. Al final se está demostrando que con la excusa de salvar el partido buscando “una izquierda exigente” lo que subyace es el sillón, el poder, a quien no le gusta un sillón bien remunerado con proyección a posibles cargos de más importancia, popularidad y tantos otros beneficios.
Desde el principio de la especie humana, siempre ha existido la búsqueda del liderazgo y el poder utilizando los contubernios más execrables, sino, hagan un repaso a la historia de nuestro país y del mundo entero, conquista de territorio, intereses particulares, económicos, etc…y muy pocas veces a favor de los ciudadanos que aguantamos lo que nos echen. Lo último, el desgarrador episodio del aumento de la factura de la electricidad. Pero de momento, tres posibles candidatos a la Secretaria General del PSOE, ¿hasta dónde serán capaces de mendigar para conseguirla? Ahora no vale un solo “Dios”, más bien el “Dios” que más conviene en cada momento. Lealtad limitada. Vivir para ver.