La celebración oficial del 31-D como día de Mallorca no debemos considerarlo una victoria de los pancatalanistas. Sólo lo será si asumimos sus burdas manipulaciones y tergiversaciones históricas. Las que ellos mismos cambian a conveniencia política. Valencia es el ejemplo: Los pancatalanistas levantinos no reconocen el actual día oficial de la Comunidad Valenciana, 9 de Octubre, siendo ésta la fecha en la que las tropas de Aragón entraron en la capital del Turia. Allí, los socios de la estalinista Obra Cultural ¿Balear? y sus sucedáneos subvencionados, apuestan por el 25 de abril, porque en 1707, durante la guerra de sucesión al trono de España, las huestes borbónicas vencieron a las del archiduque Carlos aprobándose posteriormente los Decretos de Nueva Planta. Tan beneficiosos para la modernización y progreso de España, y tan manipulados por el nacionalismo catalanista.
Si somos fieles a la historia, el 31 de Diciembre deberíamos celebrarlo desde una perspectiva histórica regional balear, y también nacional, por ser una fecha importante no sólo para la historia de Mallorca sino para la de Baleares, la de la antigua Corona de Aragón, y, por tanto, para la historia de España. De ahí que tradicionalmente, hasta hace 16 años, el ejército español también participara en esta conmemoración para darle mayor relevancia. Ahora que la fecha es oficial, confío en que nuestras Fuerzas Armadas vuelvan a desfilar recuperando el lugar que les corresponde por historia y como institución más querida y admirada por la mayoría del pueblo balear.
Por otra parte, en otro orden de consideraciones, es contradictorio que los mismos sectores que critican a los partidos o líderes políticos que apuestan por reforzar las soberanías nacionales frente al globalismo, eleven las efemérides históricas regionales a la categoría de nacionales exagerando su importancia con la intención de diferenciarnos y separarnos unos de otros. Sería un error caer en ello cuando, además, nosotros los españoles, somos un pueblo afortunado al contar con un Día Nacional como el 12 de Octubre en el que celebramos, no sólo el orgullo de ser españoles, sino la impronta de la Hispanidad en el mundo como ejemplo de tender puentes primando lo que nos une por encima de lo que nos separa.
Debemos esforzarnos como sociedad civil para que los falsificadores de la historia no nos sigan imponiendo sus mentiras desde las instancias públicas dominadas por la casta catalanista multisubvencionada. No nos quedemos de brazos cruzados. Nos asiste la razón y la historia, también la del 31 de Diciembre.