OPINIÓN

Pedro Sánchez, ni muerto ni bien enterrado (2)

Miquel Pascual Aguiló | Sábado 10 de diciembre de 2016

Fue José Julián Martí Pérez (1853- 1895) político republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria, llamada así a la Guerra de Independencia de Cuba, quién escribió: “Dicen que triste cosa es no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene: talento que haga sombra, bienes que se le codicien, carácter que impresione, valor temido, honra de la que se murmure, ni ninguna cosa buena que se le envidie”.

Si unimos a este pensamiento lo que decía Winston Churchill que identificaba a sus adversarios como los de enfrente (la oposición laborista y los whigs) y como sus enemigos, a los colegas de su propio partido, hemos de reconocer que Pedro Sánchez ha logrado una sonada y bien engrasada colección de enemigos entre, sin ánimo de hacer una relación exhaustiva, cabe destacar a cargos autonómicos y provinciales, a los expresidentes Felipe González (que le ha ninguneado a gusto, y con rabia no contenida, impropia de un exsecretario general del PSOE y expresidente de gobierno, y que le descalifica) y José Luis Rodríguez Zapatero, y de los exsecretrarios generales del PSOE Joaquín Almunia y Alfredo Pérez Rubalcaba, (colección de desaforados jarrones chinos políticos), sin descartar a los derrotados Carme Chacón y Eduardo Madina, que también goza de la tan manida puerta giratoria, por parte de mujer, o el propio Ramón Jáuregui Atondo, otro eterno en cargo público bien remunerado.

Y por supuesto se les han sumado muchos de los que han comido toda su vida laboral (no se les conoce otro trabajo) de la mamandurria del partido y/o del abrevadero de un cargo público como Mario Jesús Jiménez Díaz actual secretario de organización de la gestora que gobierna el PSOE y portavoz de la gestora cocinada tras la sublevación contra Sánchez.

O el secretario de organización del PSOE de Andalucía y mano derecha de Susana Díaz, Juan Cornejo, que intentó agredir a Pedro Sánchez en el último Comité Federal del PSOE, según reveló uno de los dirigentes más cercanos a Pedro Sánchez, Cornejo se acercó al secretario general increpándolo y amenazándolo, y compañeros suyos tuvieron que sujetarlo y apartarlo, dos veces consecutivas.

Todos juntos, falta Alfonso Guerra en esta lista, que es de suponer que está en la retaguardia esperando la mejor hora para soltar una frase ingeniosa, conforman una pléyade de enemigos digna de tener en cuenta pero también que ensalzan mucho la figura de Pedro Sánchez si es que se le puede evaluar por el nivel de sus enemigos, porque, de tener, sus enemigos tienen un nivelazo, diferente sería si habláramos de vergüenza torera, de dignidad, de pundonor, de honra, de decencia, de decoro, de orgullo, cualidades de las que más de uno carece y/o no ha tenido nunca.

Si el nivel de un participante en una contienda se mide por el nivel de sus adversarios, hay que concluir que Pedro Sánchez tiene un gran nivel como adversario político, por los adversarios que tiene en el PSOE, todos ellos además representantes de tiempos pasados en el que el partido triunfaba electoralmente con una frase de Alfonso Guerra que decía: “Quién se mueve no sale en la foto”, adversarios que no se han dado cuenta que los tiempos han cambiado, que las personas han cambiado, que ellos mismos han cambiado, ¿o es que han sido siempre así de hipócritas y han logrado disimularlo durante todo este tiempo?.

La directora del golpe de estado realizado en el último comité federal del PSOE celebrado el pasado día 1 de octubre, ya consumada la traición, y en sede parlamentaria andaluza, el miércoles día 19 de octubre durante el debate sobre el estado de la Comunidad de Andalucía, pronunció una frase, que no tiene desperdicio, y que confirmó, si es que a alguien le quedaba aún alguna duda, el carácter golpista de la expulsión de Pedro Sánchez de los cielos: “No se puede pasar más tiempo sin gobierno. No es serio. Es necesario que se resuelva la cuestión de la gobernabilidad. Más allá de cómo se haga o deba hacerse”

Lo dicho, la frase, sobre todo el final, no tiene desperdicio. Su autora, Susana Díaz, la cabecilla de la rebelión en el seno del PSOE, inmersa, ahora ya, en plena campaña de imagen, no duda en aparecer en todas las televisores que le ayudaron a apuñalar a Pedro, y en hacer viajes promocionales a Bruselas (actuando de facto como Secretaria General del PSOE, con la aquiescencia de la gestora), pero resulta que, como dice el dicho, acumula más fracasos que éxitos, en una palabra, “Si montara un circo le crecerían los enanos”, a estos ridículos, a estas patochadas, vamos a dedicarnos próximamente, para que quede clara la gran diferencia entre uno y otra posibles y más que probables candidatos a dirigir el PSOE.

Mientras tanto la gestora que gobierna el PSOE, cocinada tras la sublevación contra Sánchez, aplaude, hasta con las orejas, a la Sultana en todas sus iniciativas para conseguir la imagen de la que carece, a Pedro Sánchez le está negando el agua, el pan y la sal.


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