Uno se pone a buscar titulares para señalar lo que quiere escribir y normalmente encuentra la solución con cierta facilidad. Hoy ha sido mucho más complicado.
Y es que es tremendamente difícil adjetivar cómo se vislumbra que será la pugna entre candidatos a presidir el PP balear a partir del congreso Regional del mes de abril. Hoy por hoy, tres candidatos. Hoy por hoy, Company, Martínez y Bauzá.
Lo del 'esperpento' llega cuando uno se imagina a todo un expresidente del Govern a codazos en la carrera de búsqueda de apoyos contra dos personas que han sido subordinados suyos en el Consell de Govern. Un mismo equipo del que salen tres formas de ver el partido y, seguramente, la sociedad. Esto último aún tendría sentido. Siempre saldrá alguien diciendo que "en el PP caben muchas sensibilidades".
Pero, ¿lo otro?. ¿Lo de Bauzá en liza con dos consellers nombrados por él? ¿Tan lejos estuvieron durante cuatro años? ¿Tan lejos están ahora? ¿Bauzá se ha despojado de todo orgullo y acepta jugar una partida en la que puede perder con uno -o los dos- de sus consellers?. Todo esto es difícil de digerir.
El último párrafo es para un detalle que parece haber quedado inadverido para todo el mundo. Bauzá anuncia que se presenta y todo el mundo le reprocha que ahora no es el momento, porque primero está el Congreso Nacional del PP. Críticas aquí y en Madrid porque se ha lanzado demasiadopronto. Sin embargo, Jaime Martínez lleva meses diciendo que se presenta y que tiene un equipo y nadie le ha reprochado nada. Uno le da vueltas y acaba concluyendo que va a resultar que uno debe ser más simpático que otro.
A Company, por cierto, aún se le espera.