DEPORTES

Nadie es imprescindible

Alejandro Vidal | Martes 08 de noviembre de 2016
Lamentar la larga baja de Campabadal es como ver el vaso medio vacío, quien lo vea lleno es porque no contempla diferencia alguna entre el lesionado y Company. No la hay. Por fortuna o por desgracia, no hay diferencias en la plantilla mallorquinista. Sólo una demarcación, la del lateral zurdo, aparece coja con un único propietario: Joan Oriol. Por lo demás podemos pensar en un plantel o muy equilibrado o francamente repetitivo.

Las ausencias de Santamaría y Raillo, ni se han notado. Cabrero y Ansotegui han suplido sin problemas a los tocados, lo mismo que sucede en la línea media en la que Juan Rodríguez es fácilmente reemplazable y, salvo Culio, está por ver si también lo sería Juan Domínguez, a quien Fernando Vázquez asigna una función para la que es muy posible que otros mimbres ofrecieran una mayor capacidad de resistencia. Damiá ha pagado los platos rotos del empate en Tarragona, pero no es ni mejor ni peor que sus compañeros de posición. Tampoco se aprecian grandes diferencias en las bandas. Roigé, Salomao y Moutinho andan a la par y, más arriba, si que se nota mucho la superioridad de Lago Junior y Brandon sobre Lekic y Oscar Díaz.

Fernando Vázquez se queja de ciertas individualidades porque con una tripulación más asentada que otras de la misma categoría no ha logrado reunir un equipo y por eso reclama aportaciones personales. En cambio rivales, como el Córdoba de Oltra, que el viernes actúa de anfitrión de los bermellones, tienen mucho más problemas cuando se caen de la lista algunos de sus hombres. Pero no es el único.

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