Concretamente, el 63% de los que han participado en la encuesta se creen la versión de los padres, defendida ahora en el ámbito judicial por Marcos García-Montes. Ellos se mantienen en que fue una brutal agresión y no una simple pelea de patio. "Se ha hecho inaudita parte, de la Conselleria y funcionarios, el mismo día se cierra el expediente, eso se ha cerrado por la buena y por la buena o por la mala se va a reabrir", dijo García-Montes el día de la rueda de prensa en la que anunciaban querellas para el conseller, el centro, los profesores que estaban en el patio y contra uno de los menores agresores que, según ellos, tiene 15 años y por tanto sí sería imputable penalmente. Conselleria y Fiscalía ya han puntualizado que este extremo no es cierto y que todos son menores de 14 años.
El letrado ha denunciado "desinformación" en este caso y ausencia del deber de socorro por parte del colegio, como ha afirmado la madre, que ha denunciado que ningún docente la llamó para informarla de la agresión.
Por su parte, Educació -apoyado también en la versión de Fiscalía y Policía- mantiene que fue una pelea de patio. Según el informe que Inspecció, el episodio se inició por la posesión de la pelota de fútbol y que se trató de un acto no premeditado, en el que no hubo intención previa de agredirla.
Según las informaciones recogidas por los inspectores la alumna había sufrido una presunta agresión en la que habrían participado alumnos de diferentes cursos en el momento de finalizar el tiempo de patio (sobre las 12.00 horas). Un grupo de alumnos habrían estado jugando a fútbol y la alumna presuntamente agredida habría formado parte de uno de los dos equipos, concretamente del equipo que habría ganado el partido, formado por alumnos de 4º, 5º y 6º de EP. El otro equipo estaría formato, mayoritariamente, por alumnos de 3º, 4º y 5º de EP. Al finalizar el patio la alumna habría cogido la pelota. Alumnos del equipo contrario, que habrían perdido el partido, corrieron detrás de la niña hasta que la pillaron. La niña habría caído al suelo, presuntamente empujada por alguno o algunos de los alumnos, iniciándose un forcejeo. Todos estos hechos habrían sucedido en un espacio de tiempo inferior a un minuto.
Después de los incidentes la niña continuó las clases con normalidad y ni la tutora ni otros profesores, que la vieron entre las 12 y las 14 horas, observaron ninguna secuela física que hiciera evidente que la alumna necesitaba de asistencia médica ni siquiera del botiquín del centro. Sólo mostraba unas pequeñas marcas en el codo y en la pierna, compatibles con la caída al suelo, caída motivada posiblemente por el forcejeo al disputarse la posesión de la pelota que ella tenía aferrada muy intensamente.
Los agresores han sido castigados con entre 3 y 5 días de expulsión.