Colón realizó cuatro viajes a las Indias y se le considera el descubridor de un nuevo continente por eso es llamado el 'Nuevo Mundo', al ser el primero que trazó una ruta de ida y vuelta a través del océano Atlántico.
El descubridor falleció en Valladolid el 20 de mayo de 1506. Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quitó toda la carne de los huesos.
Inicialmente fue enterrado en el Convento de San Francisco de la ciudad castellana y, posteriormente, sus restos fueron trasladados a la capilla de Santa Ana del Monasterio de la Cartuja en Sevilla, en 1509. Años más tarde, en 1523, por deseo de su hijo Diego Colón, este dispuso en su testamento que tanto sus restos como los de su padre fueran trasladados y enterrados en la catedral de Santo Domingo, en la República Dominicana, donde permanecerían sepultados por más de dos siglos.
Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, los restos del almirante se trasladaron a La Habana, en Cuba, y después la guerra de independencia cubana en 1898, el cuerpo viajó a bordo del crucero Conde de Venadito hasta Cádiz, al sur de España, y desde allí hasta Sevilla, con destino la Catedral, donde reposan en un suntuoso sepulcro.
POLÉMICA
No obstante, existe una gran polémica sobre el verdadero lugar donde descansan sus restos.
Esta controversia surge tras la aparición el 10 de septiembre de 1877, en la Catedral de Santo Domingo, de una caja de plomo que contenía fragmentos de huesos y que llevaba una inscripción donde se leía 'Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón'.