Según ha explicado la cadena nipona NHK, el presunto agresor había sido ingresado en un hospital mental a principios de este año, para evitar que provocara daños a otras personas.
Satoshi Uematsu, exempleado del centro en el que llevó el ataque, vivía en una vivienda a medio kilómetro del centro. Las autoridades de Kanagawa aseguran que Uematsu comenzó a trabajar en el centro, de gestión pública, como trabajador esporádico desde diciembre de 2012, y cuatro meses depués se convirtió en un empleado regular.
El pasado mes de junio, la Policía ya había enviado a Uematsu a la Fiscalía después de haberse visto involucrado en una pelea en la que hirió a un hombre cerca de una estación de Tokio.
En febrero, además de la carta a la Policía, llegó a visitar la residencia oficial del presidente de la Cámara Baja en Tokio. Días después de enviar la misiva pidiendo sacrificar a los discapacitados, las autoridades indicaron que Uematsu podría llegar a dañar a alguien, por lo que lo internaron en un hospital psiquiátrico.