OPINIÓN

El fin del rodriguismo

Marc González | Viernes 01 de julio de 2016
Tras años en los que han circulado las más diversas y confusas historias acerca del hasta ahora políticamente indestructible José María Rodríguez, rumores en los que éste aparecía involucrado en tal o cual asunto, sin que ninguna autoridad pública viera nada jurídicamente relevante en ello, finalmente parece que el juez Penalva ha hallado indicios de lo que pudieran constituir graves delitos, si es que en el futuro se confirman en los tribunales. Habrá que ver cómo evoluciona este asunto y si, salvando en todo momento su presunción de inocencia, Rodríguez resulta procesado por el gigantesco escándalo de la policía local de Palma.
En cualquier caso, parece que el definitivo fin del rodriguismo, que ha comandado implacablemente, durante lustros, el PP de Ciutat, se acerca.
Posiblemente, muchos de sus adversarios políticos lo celebrarán, pero desde luego quien más lo hará es el sector del Partido Popular que consideraba a Rodríguez y a sus acólitos como una auténtica rémora para la definitiva renovación y saneamiento de las estructuras de dicha formación.
Con el nada añorado Bauzá neutralizado y apartado de cualquier puesto mínimamente relevante, y Rodríguez políticamente desactivado, al menos mientras dure la investigación de estos hechos, se abre paso franco a aquellos que pretenden recuperar el espacio político del centroderecha balear y que deben mostrar, además, arrojo y empeño decidido, sin vacilaciones, en la regeneración ética de la política. Y todo ello puede hacerse, sin duda, sin necesidad de adoptar posiciones radicales, y actuando desde los propios órganos de los partidos que han padecido en su seno la lacra de la corrupción, como por desgracia ha sido el caso del Partido Popular.

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