La lista de delitos cometidos presuntamente por la trama es amplia. Cohecho, amenazas, extorsión, falsedad, contra la salud pública, fiscales, y trato de favor a algunos empresarios, los cuales, les habrían favorecido con, entre otros, servicios sexuales con prostitutas.
Son varias las declaraciones que asocian a dichos agentes con el mundo de la noche y "puticlubs" de Platja de Palma. Una de ellas, la de un policía local, testigo en la causa, que declaró lo siguiente: "Que a la semana siguiente aproximadamente, les llegó la noticia de que había ocurrido un hecho grave consistente en que C.V. -un policía- había intervenido con una prostituta rumana en Platja de Palma y que después de una discusión la había arrojado en un contenedor de basura. Que varios alemanes fueron a increpar a C.V. y el grupo tuvo que separar a los turistas. Que los policías estabas de servicio uniformado y pudieron ver lo que hizo C.V. Este hecho no fue visto por el declarante pero le pareció posible. Les llegó que el suceso podía ser grave porque in Fiscal había visto los hechos y había pedido explicaciones. No sabe quién es esa mujer, habló con la que se estaba liando C.V. Esto les llevó a desconfiar más de C. V. y de que realmente hiciese trabajo policial con el apoyo a los trileros".
Este levantamiento de secreto llega dos años y medio después de que comenzase la investigación y, según el instructor, se ha prorrogado para "preservarla de la intervención de terceros hasta que termine de recopilar información, dada la gravedad de los delitos".