Bienvenida a Javier Recio y suerte en su labor. Démosle los famosos cien días de gracia, que serán sin duda los más importantes y marcarán su futuro inmediato al incidir directamente en la confección de la plantilla. Bueno, eso es lo que debería ser, pero el perfil del sustituto de Miguel Angel Nadal concuerda principalmente con el de un buscador de jóvenes promesas como las que están llegando al Mallorca B, antes que un hombre experto en el manejo de una amplia sección, la más trascendental del club, que dependerá básicamente de Maheta Molango, más amigo de rondar el vestuario que los despachos de la planta noble de Son Moix.
Claro que el consejero delegado no empezó con buen pie. Sus fichajes en el mercado de invierno se han movido entre el suspenso y el aprobado, sin ningún notable excepción hecha de Ortuño que, según se anuncia, empezará la temporada con su club: Las Palmas. Como guinda, el pago de la cláusula del ex-soriano Oscar Díaz que supuso malgastar doscientos cincuenta mil euros, o sea la mitad de lo que se invirtió en los refuerzos de enero para la segunda vuelta, en la que apenas tuvo minutos.
Créanme, sea cual sea el título que le dén o la categoría laboral que pone en su contrato, el nuevo director deportivo viene a lo que viene aunque, eso sí, ha subido un escalón en relación a las funciones que desempeñaba en su club de orígen. En cualquier caso ni su incorporación, ni la del jardinero, ni el comedor de Son Bibiloni, aclaran nada en absoluto. Como le decía Cuba Gooding Jr. a Tom Cruise en la película “Jerry McGuire”, : “Show me the money” (“Enséñame la pasta) y eso es lo que esperamos porque, hasta el presente, “nothing de nothing”.