Se trata de un hombre de nacionalidad marroquí -S. A- que se encontraba en aislamiento -fuentes penitenciarias lo califican de "peligroso"- y provocó el fuego, quemando su colchón. La cuestión es que todos los colchones de los centros penitenciarios son ignífugos por lo que no ardió pero sí provocó una gran humareda. El hombre se encontraba solo en su celda por lo que los funcionarios solo tuvieron que actuar con él.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias informan que el médico de la prisión logró reanimarlo y una UVI móvil lo ha trasladado al hospital Son Espases, en estado grave por inhalación de humos, donde sigue ingresado.