SOCIEDAD

Kenia quema más de 100 toneladas de colmillos de elefantes

Lucha furtivos

Redacción | Domingo 01 de mayo de 2016
Desde WWF aseguran que para poner fin al tráfico de marfil es necesario poner en marcha soluciones locales. Esta no es la primera vez que Nairobi lleva a cabo una quema de marfil: el año pasado se calcinaron 15 toneladas. En esta ocasión, sin embargo, se han alcanzado las 105 toneladas, el 5% de las existencias de marfil a nivel mundial.

A propósito de lo acordado durante la cumbre asiático-africana The Giants Club, celebrada este fin de semana en Laikipia (Kenia), sobre la lucha contra la caza furtiva, el Gobierno keniano programó una quema de marfil.

Si bien algunos lo consideran sólo un acto simbólico, lo cierto es que se trata de la mayor cantidad de marfil jamás destruida en una sola tanda: se han incinarado 105 toneladas, un 5% de las existencias de marfil a nivel mundial.

El director para conservación de elefantes en África para el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), Lamine Sebogo, asegura que para poner fin al tráfico de marfil es necesario poner en marcha soluciones locales y asegura que esta quema "atestigua el compromiso de líderes políticos de muy alto nivel para abordar el actual flagelo de la caza furtiva".

Sin embargo, añade que WWF "hace hincapié en el compromiso de las comunidades", según declaraciones recogidas por Radio France Internationale. "Las comunidades que viven junto a la fauna, esas comunidades que son vecinas inmediatas de especies que protegemos", explica. "Trabajamos para que esas comunidades reciban los beneficios vinculados a la gestión de las especies con las que comparten su medio", añade.

Para Segobo, la "idea" es asegurarse de que son las comunidades las "propietarias", las que "se comprometan, que se preocupen y sean los primeros interesados en la conservación de las especies de su medio ambiente".

No es la primera vez que Nairobi lleva a cabo una quema de marfil. El año pasado, en marzo, el presidente, Uhuru Kenyatta, encabezó una ceremonia en la que se calcinaron 15 toneladas de marfil y en la que participaron alrededor de un millar de personas. "Muchos de estos colmillos pertenecieron a elefantes que fueron masacrados sin motivo por criminales", aseguró entonces Kenyatta.

Por su parte, el responsable de la asociación 'Salvemos los elefantes de Africa', Frédéric Noël, ha indicado que esta quema es una medida ejemplar, pero no suficiente.

"Es un gran símbolo", explica. "Kenia quiere luchar contra la caza furtiva. Y es útil, pero desafortunadamente, es algo dirigido al gran público: a los cazadores furtivos no va a detenerlos", ha advertido.
Para Noël, el problema radica en que los cazadores furtivos están bien armados y en ocasiones, financiados por terroristas. "Es un verdadero Ejército lo que tenemos ante nosotros", ha añadido. "Sobre todo, necesitamos que esta quema no sea sólo de cara a la galería. Está bien, pero no puede ser sólo publicidad para el Gobierno", ha indicado.

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