Toca el Alavés y en el Mallorca las campanas llaman a rebato. No es para menos. O si. El peor enemigo de los de Vázquez reside en sus mismos complejos, aunque el visitante no es de los fáciles.
Pepe Bordalás, examinado por Utz Claassen el pasado verano en un despacho del aeropuerto de Son Sant Joan, ha trabajado con un grupo de futbolistas que, desde el principio, se veía que iban a dar guerra. ¿Por qué?. En parte por sus características y, singularmente, por su dilatada experiencia. La media de edad de la plantilla es muy alta y aunque en segunda división pesa más su veteranía para saber lo que hay que hacer en cada momento, si asciende necesitará cambiar a la mitad de sus jugadores. Pero supo fichar a unos cuantos futbolistas muy bien conocidos por el entrenador –Mora, Guichón, Femenía, Juli...- de su etapa con ellos en el Alcorcón.
El equipo se hace fuerte atrás, aunque en sus desplazamientos ha encajado los mismos goles que el Almería y solo alguno más que el Girona y el Zaragoza. Y no es que haya marcado muchos, pero si ha sabido sacar el máximo rendimiento en aras de una defensa difícil de superar, en la que Carpio y Estrada compiten en la banda diestra, más floja que la izquierda, donde ha llegado a jugar KIko Femenía como lateral improvisado. Por el otro lado Dani Pacheco, antes en el Betis, y Raúl García son dos estiletes a los que habrá que vigilar en el ala del otro lado, no menos que los movimientos de Toquero o Barreiro entre los centrales o la rapidez y habilidad de Juli como media punta. Apoyado en sus dos zagueros más retrasados, Laguardia y Pelegrín, Sergio Mora dirige la orquesta desde la medular.
Fernando Vázquez maneja dos ideas: seguir con un 4-4-2, dibujo para el cual pierde a Colunga, lesionado, o volver al 4-1-4-1, a cuyo servicio vuelve a disponer de Yuste. Claro que ha hecho tantos cambios que ya no sabemos si el murciano jugará junto a Aveldaño o regresará a la línea media mientras Company y Kasim compiten por un puesto en el centro de la zaga. El gallego, poco dado a repetir alineaciones, también tendrá que elegir a sus extremos y la mejor manera de oponerse al 4-2-3-1 de su enemigo.