OPINIÓN

Las ovejas descarriadas del PP

Miguel Ángel Ariza | Sábado 23 de abril de 2016

Que se tranquilice el señor Manresa, el de IB3, que hoy le dejaré descansar. Han tenido éxito los artículos que le he dedicado con todo mi cariño en las últimas semanas, por tanto seré como Terminator: volveré. A pesar de la ironía y tal, al César lo que es del César (aunque sea de Felanitx y de malnom “Timpano”). Esta semana, concretamente el pasado lunes 18 repicaron las campanas: IB3 mejoró sus cifras de audiencia. ¡Aleluya!. Pero no se relaje aún señor Manresa que una flor no fa estiu, y de toda la semana sólo ha sido un día.

Su patética e insultante comparecencia en el Parlament, la comentaremos en breve, sólo le avanzaré, que populismo viene de pópulos, y pópulos de “pueblo” y que es de los pocos cargos públicos, señor Manresa, que ahora mismo debe poner en práctica el populismo, y dejar de mentir e intentar convencer con sus barbaridades como hacía antes en la empresa privada, de lo que lo que hace está bien, recuerde ahora está jugando con la pasta de todos, y ahora no le pasaremos ni una....pero se lo contaré muy pronto.

Hoy el cuerpo me pide volver a mis orígenes. Hablar de “los míos”, o sea: del PP. O lo que a día de hoy viene siendo lo mismo: un rebaño de ovejas descarriadas, perdidas y desorientadas. Andan esparcidas por ahí y por allí, a su suerte y ventura. Unas pacen tranquilamente, han encontrado hierba fresca y no se entretienen en otras lindezas. Otras ovejitas azules han perdido algo el rumbo y se han desviado, allí donde están no hay tanta hierba pero aún hallan algo que llevarse a la boca, por tanto están tranquilas, no se las oye.

Unas pocas, a las que aún no habían esquilado, se han quedado enganchadas con la lana en la rejilla del vecino. Ni comen ni dejan comer con sus balidos. Y el resto está perdido, desnortado, buscan por donde volver pero están tan lejos ya que no oyen ni el silbido del pastor.

¿He dicho pastor?, ¿he dicho silbido? Pues no pueden oírlo. Y no pueden hacerlo porque nadie silba para recoger el rebaño, básicamente porque no hay pastor ni nadie que ejerza.

A todos estos tipos de ovejas azules pueden ustedes ponerles cara, nombre y apellidos. Yo ya tengo mis candidatos pero me los reservaré para próximos capítulos. Les invito a que hagan sus apuestas y luego comparamos.

En definitiva, que el PP está desorientado, no tiene quien lo dirija. Miquel Vidal en teoría tenía que ser un presidente “de paso” pero el paso está durando ya demasiado. Y le aprecio, y él lo sabe, aunque le he visto mentir y hacer el ridículo (con mis propios ojos, no me lo han contado). Pero en un rebaño tan grande, ya no basta un silbato sino más bien funcionar a toc de corneta. Y la corneta no ha sido nunca precisamente el fuerte de Vidal. Él es más bien un hombre de buenas formas, del por favor, de sonrisas amables... lo cual siempre se agradece pero un líder a veces debe tomar determinadas decisiones que no gustan a todos, y debe asumir que un por favor o un gracias no solucionarán nada. Y no estoy ni renunciando ni despreciando las buenas formas, no me malentiendan. De hecho las sigo reivindicando en las relaciones personales.

El “pastor espera ser” o sea, el que quería coger el relevo en la presidencia popular, Biel Company, al cual también aprecio (y también lo sabe), se está desinflando. El efecto Company pierde fuelle y él no es capaz de fer una bona siulada. Y eso que es payés, y a mucha honra. Nadie mejor que el de Sant Joan para devolver el rebaño sano y salvo al corral pero se está resistiendo. Parece que ya no le apetece tanto coger las riendas de un partido que anda a la deriva. Y otros que también gustan de tontear con la presidencia, como Jaime Martínez, creo que aún andan buscando el silbato, si es que nunca han sabido donde lo tenían. Echando la vista atrás pienso... ¿Saben quien fue un pastor? Pues sí: José Ramón Bauzá. A él nadie le tosía. Por detrás se ha sabido que le criticaban, que le apuñalaban por la espalda... pero nunca nadie alzó la voz cuando él guardaba el rebaño. No eran ovejas descarriadas. Todas sabían donde estaba la comida, el agua, los peligros de la rejilla, los perros del vecino y cuando se debía balar y cuando no, ¿Qué si era un ben pastor o no? Bueno este no es el tema de hoy, al menos a sus ovejas no las tenía descarriadas.

Sé que algunos me criticaréis por lo que digo pero así como están las cosas, y ahora más que nunca, es necesario volver a ser un rebaño dynamico y cohesionado. Aviso a navegantes señores del PP: estando tan descarriados ya hay muchos (más de los que imaginan) que se están frotando las manos.

A pesar de todo, ignoran el verdadero poder azul. Ese mismo que emana el Ave Fénix al resurgir de las cenizas... Y ya me paro, que me ha salido el lado moñas y luego no me tomáis en serio. Beeeeeee!


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