Tras el estruendoso portazo, la exconsellera de Cultura, Participació i Transparència ha hecho "las maletas" y ha colgado el resultado en su cuenta de Instagram: cuatro bolsas llenas de papeles, cuadernos, algún cartel y hasta una caja de pañuelos de papel.
"Ahir vaig buidar el despatx. A les bosses només hi vaig posar els bons moments. Els moments dolents continuaran andoiant lliurement pels espais inhòspits del Palma Arena", añade la menorquina. En su dura despedida, Camps afirmo que "es como si el gris del Palma Arena hubiera colonizado las almas de algunos directores generales".
Pero Camps no es la única que recogía su despacho. Este lunes, también se pudo ver una escena un tanto tragicómica. Mientras la directora general de Política Lingüística, Marta Fuxà, llevaba a cabo una recepción a los estudiantes británicos en el Palma Arena, en los pasillos vecinos tanto la secretaria de gabinete, Àngels Àlvarez, como su asesor de comunicación, Sebastià Sabater, también cargaban cajas y dejaban el despacho vacío.