El Leganés llegaba a Son Moix con el título de líder por lo que esta victoria es aún más balsámica.
Los de Vázquez han firmado un partido aséptico en el juego, aunque eficiente en los números. Como siempre, han hecho gala de una primera parte sin ideas ni tiros a puerta -que caldeaba los ánimos de todo el estadio- y el susto de Campabadal, que tras destrozarse el párpado en un salto, dejaba al equipo con diez (minuto 22).
En su lugar ha entrado Colunga quien, ya en la segunda parte, marcaba el primero y sentenciaba con el segundo de penalti (minuto 76). El tercero, de Ortuño, servía para sacar pecho y encarar la recta final de esta temporada con más optimismo. Ya son cuatro partidos seguidos sin perder.