Catalina Miró ha explicado a mallorcadiario.com como recuerda que su abuelo abrió la tienda en el año 1918, en esa primera fase como Merceria Ramon. Tras muchos años, cogió el testigo el padrino de la actual propietaria, y bajo su batuta, en los años 60, la merceria se reconvirtió en uno de los primeros souvenirs de Palma. Sus carteras de piel con el grabado "Recuerdo de Mallorca" fueron uno de los primeros objetos personalizados que los turistas se llevaron en pleno boom.
En los últimos años y con el mando de Catalina Miró, Casa Ramon siguió vendiendo sus famosas carteras y otros elementos, aunque ya sin el grabado original, y se especializó en la venta de abanicos de calidad, sector en el que ha destacado durante muchos años.
Ahora, le llega la jubilación y no hay relevo generacional para mantener abierto el negocio, por lo que han decidido bajar la barrera y poner punto y final a una historia de casi un siglo en una de las principales calles comerciales de Palma.