No se trata de alguien que haya estado toda la vida en la Administración pública, a la sombra del poder. Más bien estuvo casi siempre en la oposición política pero conoce los tres ámbitos (autonómico, insular y local), lo que da una idea del perfil del nuevo director de la Agència Balear de Turismo. Alguien que es consciente de los tiempos de cambio que vive la conselleria de Turismo de la mano del vicepresidente del Govern, Biel Barceló.
Muñoz quiere explorar unos terrenos que hasta ahora son algo inhóspitos
Tras una experiencia profesional en el ámbito privado que ha durado 10 años, en un campo como el turismo cultural, Muñoz quiere explorar unos terrenos que hasta ahora son algo inhóspitos para la Administración pública en el terreno de la promoción turística. El cuestionamiento de la asistencia a las grandes ferias turísticas, su apuesta por estudiar el gasto en promoción en relación a los datos de ventas y negocio, son medidas atrevidas que conviene tomar con cautela.
Pere Muñoz debe tener la oportunidad que merece como hombre con experiencia en la gestión pública y también en la privada. Pero lo que haga debe hacerse desde el diálogo y el consenso con los operadores turísticos. Ahí radica el éxito de la Fundación Palma365, que Muñoz no duda en reconocer. De modo que ya sabe lo que conviene hacer.