Los bermellones han mantenido en la segunda parte un juego torpe y sin criterio. La primera bofetada en Palamós ha caído a la media hora de partido. Juanjo ha adelantado a los locales tras un rechace de Timon. El segundo, ha sido el resultado de un despiste de los de Vázquez: sin barrera y sin un solo jugador frente al balón, Pitu ha marcado sin ningún impedimento.
Y cuando el Mallorca comenzaba a asumir el 2-0, llegó el tercero, firmado de nuevo por Juanjo.
La poca credibilidad que habían ganado ante el Oviedo, definitivamente la han perdido este domingo y los fantasmas del descenso se hacen ya insoportables. El próximo miércoles, "tercera final", según Vázquez, ante el Huesca.