El pasado jueves el partido pancatalanista MES per Mallorca remitió una carta de agradecimiento y satisfacción por la liberación de Otegi. En catalán, supongo que también en vascuence, la iniciaron así: “Nos ponemos en contacto con vosotros para haceros llegar la profunda satisfacción que nos produce la esperada salida de prisión del compañero Arnaldo Otegi”. Entre otras palabras, zafias y ofensivas para cualquier demócrata español, le definen como “símbolo de la lucha del pueblo vasco por su emancipación y por la total pacificación del conflicto”. Los de MES dicen que Otegi “apostó por la reconciliación”.
El partido del vicepresidente del gobierno balear, Biel Barceló, está agradecido y satisfecho por su liberación porque, al igual que Podemos, afirman que fue “encarcelado por sus ideas”. Sin embargo, si hacemos memoria, el excarcelado Otegi pasó a formar parte de ETA político-militar en 1977, e ingresó en ETA militar en 1981. “El gordo” era su apodo terrorista siendo miembro del llamado “comando Kalimotxo”. En febrero de 1978 participó en el secuestro del director de Michelín en Vitoria, Luis Abaitua. Pero no ha sido el único secuestro con el que ha sido relacionado. También se le acusó de conducir el vehículo con el que intentaron secuestrar al político de la UCD, Gabriel Cisneros, quien recibió un disparo por la espalda que le dejó secuelas de por vida. Y fue acusado de participar en noviembre de 1979 en el secuestro de otro político de la UCD, Javier Rupérez. Fue condenado a 6 años de cárcel por el primer secuestro. Terminó de cumplir esta pena en 1993.
La caída de la Mesa Nacional de Herri Batasuna en 1997 supuso el ascenso de Otegi en el relevo de la dirección. Como líder y portavoz batasuno nunca condenó ningún atentado de ETA. Cuando en el año 2000 la banda terrorista asesinó al columnista del diario EL MUNDO, José Luis López de Lacalle, el hombre admirado por los del presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, declaró: “Con esto, ETA pone sobre la mesa el papel de los medios de comunicación y de determinados profesionales que plantean una estrategia de manipulación”.
Los tribunales probaron que ETA y Batasuna eran lo mismo: Una organización terrorista. El propio Otegi se atribuyó el abandono de la violencia armada como “cambio de estrategia” para centrarse en la vía política. De este modo reconoció la existencia de la sangrienta estrategia anterior de la que había formado parte activa durante décadas. Por supuesto ese “cambio de estrategia” no fue impulsado por el “compañero” vasco de nuestros pancatalanistas locales, fue impuesto por la Ley de Partidos y por el sacrificado trabajo de la Guardia Civil y la Policía Nacional cuando el gobierno de la nación tenía la voluntad de acabar con ETA.
Otegi es, por consiguiente, un individuo que se metió en una organización que se dedicaba a matar a los que les llevaban la contraria. Un miembro de ETA que acaba de salir de la cárcel al cumplir la pena, ridícula, por organizar una rama de una banda terrorista. Una organización que en su vertiente política ahora se conoce como EHBildu, heredera de la lucha que inició ETA-Batasuna. Esa lucha a la que MES se suma entusiasta y le desea “todos los éxitos.”
Este es el repugnante personaje que justifica el asesinato de 900 personas, al que los socios de gobierno de Francina Armengol y José Hila le desean, a él y a su familia, “lo mejor en la nueva etapa que se abre en su vida”. Este es el sujeto homenajeado por MES, al que la extrema izquierda intenta convertir en víctima y en lehendakari.
“Nadie te aplaude en el cementerio” les ha recordado Marina, la hermana del guardia civil Diego Salvá, asesinado por los de Otegi en Mallorca. ¿La habrán leído los de MES? En todo caso daría lo mismo porque no tienen vergüenza ni la conocen, al definir, en su misiva abertzale, la actitud del “Estado español” como “propia de un Estado autoritario, no democrático al castigar con 6 años de prisión la apuesta de Otegi por la reconciliación”. Como bien ha declarado el Dr. Antonio Salvá, padre de Diego, en una entrevista concedida a Canal 4 TV: MES per Mallorca son proetarras.
Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia frente a su “lucha”.