Los Denver Broncos y los Carolina Panthers disputarán el próximo 7 de febrero en California la edición 50 de la Super Bowl, la gran final del fútbol americano estadounidense, después de deshacerse en sus respectivas finales de conferencia a New England Patriots y Arizona Cardinals.
Los Broncos de Peyton Manning y los Patriots de Tom Brady, dos de los 'quaterbacks' más reputados en la actualidad de este deporte, vivieron un bonito y apasionante duelo que se decidió por un ajustado 20-18 para los primeros, que pusieron fin al intento de los actuales campeones de defender su victoria del año pasado ante Seattle Seahawks, mientras que los Panthers se mostraron demoledores bajo el frío y arrollaron a los Cardinals por 49-15.
La pelea por el título en la Conferencia Americana enfrentaba a dos de los grandes favoritos, en una reedición de la final de hace dos campañas, que también cayó del lado de la franquicia de Denver cuya defensa fue capaz de frenar el ataque visitante y de incomodar todo el partido a un Brady que aún sacó sus galones al final para que los suyos estuviesen cerca de forzar la prórroga. Además, el partido se recordará seguramente por el inusual y extraño fallo del 'kicker' de los Patriots, Stephen Gostkowski, que no acertó con un punto extra tras el ensayo visitante que empataba el partido a siete. El jugador falló por primera vez en una situación similar en los últimos años y su entrenador, Bill Belichick, reconoció la importancia de ese error. El duelo entre Manning y Brady fue para el primero, más sólido que su rival, que sufrió la buena defensa de los Broncos, con dos 'sacks' y cuatro intercepciones. De este modo, Denver jugará por octava vez en su historia la Super Bowl, la segunda en cuatro años, en busca de su tercer trofeo Vince Lombardy, el primero desde 1999.