OPINIÓN

Audiencia Pública y pena de Telediario

Santiago Fiol | Martes 12 de enero de 2016

Ayer empezó en la Audiencia de Palma el procedimiento conocido como Noos en el que se enjuician a personas conocidas que no es preciso citar por hechos que deberán ser demostrados -“más allá de la duda razonable” según dicen las películas americanas-, por las diversas acusaciones intervinientes.

Todo empieza con una expresión del Presidente del Tribunal, -cuando ya están todos los acusados, defensas y acusaciones en su sitio- que es “audiencia pública”. En ese momento el Agente Judicial lo comunica al público asistente para que pueda entrar en la sala.

De un tiempo a esta parte por la Audiencia de Palma se le concede a los profesionales gráficos para que filmen o retraten en el banquillo de los acusados a las personas que van a ser enjuiciadas que, pese a estar señaladas como responsables de un delito, siguen gozando de la presunción de inocencia.

Esta imagen, imposible en países con mayor tradición democrática que el nuestro (en USA aún hoy se realizan dibujos en la sala y en Francia está expresamente prohibido sacar imágenes) estigmatiza a los acusados y pasan a recibir lo que se ha dado en llamar la pena del telediario.

Ninguna de las personas que estaban sentadas ayer en el banquillo de los acusados ha usado la violencia contra nadie, pueden o no haber sustraído de las arcas públicas importantes cantidades de dinero, pero no están privados de los derechos constitucionales que disfrutamos todos. Especialmente quiero resaltar el derecho a la intimidad que con esas imágenes, de las que no pueden protegerse pues los periodistas gozan del favor de la presidencia de la sala, se ve conculcado, forzado y violado. Creo que cualquier ciudadano cuando fuese juzgado debería poder protegerse de salir en los medios, resultase inocente o culpable. El código penal no establece la pena de ocupar una portada en un periódico, considero que en estos temas debe decaer el derecho a la información en beneficio del derecho a la intimidad.

Estas imágenes no tendrían sentido si este país no fuese un patio de vecinos en el que todo se chafardea y en el que el más indocumentado, incluso ese periodista de escasa estatura intelectual, habla de la doctrina Botín. Esas imágenes de ciudadanos en el banquillo me parecen pornográficas y considero que la Justicia no debería prestar su colaboración en su difusión. Ese juicio es un proceso muy serio en el que un puñado de ciudadanos se juegan ir a prisión durante muchos años; me parece indigno que se frivolice.

Si alguien quiere ver a la hermana del Rey sentada en el banquillo que acuda a la sala. De la retransmisión en directo del juicio por medios digitales cual partido de futbol me parece una absoluta vergüenza. Estamos, los ciudadanos, divirtiéndonos cuando otros ciudadanos luchan por su libertad.

Para acabar quiero tener un recuerdo muy especial para una excelente Abogada, María Darder, que ha fallecido hace unos días. Fuimos amigos durante más de treinta años. Mi admiración y mi recuerdo siempre estarán con ella.


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