DEPORTES

Regreso al futuro

Alejandro Vidal | Miércoles 23 de diciembre de 2015
Dice un amigo que para ser feliz es preciso no recordar el pasado. Yo creo que quien no aprende del ayer, difícilmente superará el mañana. Cuando el pretérito era presente, nadie llamaba la atención sobre la penosa pretemporada del Mallorca. Pocos partidos, “sparrings” mal seleccionados, viajes de cientos de kilómetros, pésima alimentación, restricciones mezquinas y un silencio sepulcral únicamente roto para glosar los fichajes mediáticos de Kebé, Hugo Gomes, Carioca, Lima o Tobías, y dar coba a la genialidad de reorientar el terreno de juego de Son Moix, publicar el acuerdo de una ampliación de capital de veinte millones de euros o culpar al empedrado de las dificultades para cumplir con el límite salarial autorizado por la Liga de Fútbol Profesional, milagrosamente aumentado poco antes de terminar el plazo de los malogrados fichajes.
Ni siquiera para satisfacer nuestra curiosidad hemos podido saber cómo y quienes, en qué porcentajes y condiciones se ha abierto a personajes oficialmente desconocidos esa nueva suscripción de acciones, ni los porcentajes, ni si se llevará a cabo con primas de emisión o sin ellas. Aún desconocemos el presupuesto de la temporada, que se supone al menos conocido por Javier Tebas, por lo visto más enterado que los demás, de las operaciones secretas en marcha; si Utz Claassen seguirá siendo el propietario o sólo un socio minoritario, si continuará de presidente y/o en funciones ejecutivas.
Pero, siendo tan extraña como grave la falta de información, sorprende todavía más que ahora muchos se rasguen las vestiduras al darse cuenta de aquella lamentable planificación veraniega que ha desembocado en un otoño de duda y un invierno de terror. Incorporar la friolera de quince jugadores y tres técnicos para que sean dos chicos del filial que ya estaban en la casa, Brandon y Damiá, y un entrenador que también, Pepe Gálvez, sean quienes tienen que sacar las castañas del fuego no es para acudir urgentemente a la consulta de un especialista, sino para que dimita, como mínimo, la dirección deportiva en pleno.

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