Los reparos mostrados por las grandes capitales -entre ellas Palma- al anteproyecto del real decreto por el que se modifica el Reglamento General de Circulación, y que establece la obligatoriedad de llevar casco por parte de los ciclistas que circulen por vías interurbanas ponen en duda que finalmente se lleve a cabo.
El temor que han mostrado en general los ediles de movilidad es que el uso del caso tenga un efecto desincentivador hacia el uso de la bicicleta dentro de las capitales, además de considerar que no existe una problemática en referencia a los accidentes con bicicletas.
Esta oposición generalizada ha hecho suponer en líneas generales que la propuesta puede caer en saco roto. No obstante, y de producirse finalmente, fuentes del Ayuntamiento de Palma han confirmado a mallorcadiario.com que la capital balear realizará la adaptación de la norma en cumplimiento de su obligación legal.