OPINIÓN

La hora de la unión

Lunes 11 de marzo de 2013

XISCO CRUZ. Por los vomitorios de Son Moix la hinchada no paraba de gritar minutos después del partido, mientras los futbolistas se abrazaban de camino a la caseta. En la calle unos hacías planes para ir a Madrid o Barcelona y otros se esforzaban con las sumas y las restas. Más allá de que el reparto de invitaciones fuera desproporcionado o lesivo para los socios, el mallorquinismo necesitaba una manifestación de unión como la del sábado. La afición ha sentido el miedo y ha decidido que ha llegado el momento de volver al campo, señal de que esto va en serio.

El Mallorca salió a la superficie en Granada y a partir de entonces activar la maquinaria fue más sencillo, porque no hay nada que ayude más a una campaña de marketing que una victoria. La gente volvió a creer y el clima hizo el resto. La noche fue inolvidable, porque la sinergia entre equipo y grada fue perfecta.

Al margen del apoyo del público, Manzano ha recuperado para el fútbol de alto nivel a Alfaro, aunque sea en una versión de delantero centro. Sus goles, el talento de Giovani –uno de los mayores que jamás haya visto Son Moix junto a Ibagaza y Etoo-, la honestidad de Martí y la irrupción de Bigas han metido al Mallorca en la pelea por la permanencia, de la que carecía de invitación semanas atrás. Y a pesar de que la visita a Madrid no llega en un buen momento, si hay alguien capaz de contar historias sobre gestas en el Bernabéu ese es Gregorio Manzano. Suerte.

@xiscocruz    


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