La contratación del ex juez Baltasar Garzón como asesor de la Cámara de Diputados de Argentina, luego de que el Gobierno le otorgara la residencia temporaria, generó polémica y críticas de legisladores de espacios opositores. El magistrado español, que fue inhabilitado por el Tribunal Supremo hasta el 2021 , venía cumpliendo esa función ad honorem desde marzo. Y una vez que concluyó los trámites para radicarse en el país, a fines de octubre, fue nombrado con la categoría de director –las más alta del Congreso– con un sueldo de bolsillo de unos 20.000 pesos (unos 3.000 euros mensuales), según publica el diario Clarín.
Su tarea consiste en asesorar a la Comisión de Derechos Humanos, que presideRemo Carlotto. Y es infrecuente que una asesoría sea equiparada al rango de un director de área. Además, sectores de oposición argentinos destacaron que los extranjeros no nacionalizados suelen tener fuertes trabas para ser aceptados como empleados efectivos del Poder Legislativo.
Garzón recibió varias veces elogios públicos de la Presidenta –el primero en persona fue cuando presenció la apertura de sesiones legislativas, el 1° de marzo– y la propia Cristina le entregó el jueves el DNI argentino , en el marco de un acto en la Casa Rosada.