Opinión

Encuestas, estadísticas y otras mentiras

PRIMUM NON NOCERE | jAIME ORFILA

Miércoles 05 de diciembre de 2012

El siglo XXI es el siglo de la información; estamos viviendo una verdadera revolución informativa debido al desarrollo de internet, las redes sociales y la eclosión de los medios digitales. Por ello, es aconsejable seleccionar puntos de información fiables e identificar las direcciones garantistas. De otra manera estamos abocados a la saturación informativa con datos imprecisos o confusos.

Entre la información publicada encontramos todo tipo de contenidos y en muchos casos, no estamos en condiciones ni tenemos capacidad para discernir entre la información de confianza y la que no lo es, entre la información falsa y la cierta. En la red conviven informaciones, encuestas, estadísticas muy interesantes con otras que albergan datos y conclusiones de difícil interpretación y comprensión. Con tal cantidad de información, se generan estados
de opinión que no siempre son contrastables con la realidad. En esta línea, los titulares de las informaciones, al estar ajustados a pocos vocablos, inducen a apreciaciones inciertas y valoraciones diversas con mayor facilidad.

Esta semana se ha hecho público el estudio de una organización de consumidores que analiza los tiempos de espera, antes de llegar a un diagnóstico, en la sanidad pública. Ha establecido un ranking para las distintas comunidades autónomas. La noticia, hecha pública en forma de nota de prensa de agencia, ha tenido eco en la mayoría de medios de comunicación.

El estudio reconoce que, en esta materia, la falta de información oficial actualizada es la norma. Se basa en una encuesta que ha analizado, según informa, más de 16.000 citas, tras visitar lo que llama centros de especialidades de 56 ciudades, correspondientes a 10 de las 47 especialidades y a cinco pruebas diagnósticas. Opino que las conclusiones, al contrastarlas con sus experiencias personales, llevan al lector al escepticismo.

Llama la atención que al informar de las comunidades que disponen de normas específicas para controlar la demora en los tiempos de espera, incluye la nuestra. La realidad es que el reglamento que garantizaba los tiempos de espera en consultas, en pruebas complementarias e intervenciones quirúrgicas, lleva más de medio año abolido. El Consejo de Gobierno derogó el pasado día 7 de marzo, el Decreto 83/2006, de 22 de septiembre, de garantías de los plazos máximos de respuesta a la atención sanitaria especializada programada y no urgente en el Servicio de Salud de las Islas Baleares.

Las encuestas se utilizan para recoger datos poblacionales que permitan conocer determinados hechos o estados de opinión. Se realizan a partir de un conjunto de preguntas dentro de un cuestionario diseñado con anterioridad. Es muy importante que las preguntas sean las más convenientes y las suficientes para llegar al objetivo final, que se apliquen a una muestra de población representativa y que la base documental del estudio esté actualizada. A un nivel inferior se sitúan los sondeos de opinión, que por definición, parten de una muestra no apta para llegar a afirmaciones generales fiables, sino para realizar aproximaciones al objetivo marcado.

La metodología de las encuestas es compleja. Hay que evitar los sesgos de origen muestral; los análisis estadísticos deben medir la confianza y el potencial error de la consulta. De los estudios con errores de diseño metodológico pueden surgir conclusiones sustentadas en medias verdades y también grandes mentiras. La estadística es una ciencia muy seria y compleja; su aplicación rigurosa precisa de profesionales cualificados. Además, análisis estadísticos aplicados a estudios incorrectamente diseñados pueden conducir a conclusiones aberrantes. Clarificador, en este aspecto, es el aforismo atribuido al escritor y nobel irlandés George Bernard Shaw, que afirma que la estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los
dos tenemos uno.


Noticias relacionadas