La Guardia Civil ha detenido a una pareja de nacionalidad rumana, llamados Violeta C.D., de 26 años y Cristian D., de 27 años, ambos como presuntos autores de varios delitos de receptación de objetos sustraídos en robos cometidos en hoteles de lujo de la zona de Llucmajor.
En un comunicado, la Benemérita ha informado de que a finales del pasado verano, se detectó un aumento de robos con fuerza en hoteles de lujo en la citada localidad mallorquina, en la que se procedía de manera sistemática al forzamiento de las cajas de seguridad de los apartamentos y habitaciones.
Así, ha detallado que los autores arrancaban las cajas de seguridad que se encontraban ancladas a las paredes, sustrayendo del interior objetos tales como ordenadores, IPAD, teléfonos, además de dinero en efectivo y relojes.
Para cometer los ilícitos, según ha señalado la Guardia Civil, aprovechaban los momentos en los que los moradores no se encontraban en las habitaciones, generalmente el momento de la cena.
Por ello, agentes de la Guardia Civil de Llucmajor realizaron minuciosas inspecciones oculares que permitieron la localización de indicios que desembocaron en la apertura de la denominada operación Chévere, tras la cual a pesar de la cautela mostradas por las personas implicadas, se procedió a la localización y recuperación de numerosos efectos robados.
Por tales hechos, se ha procedido a la detención de los receptadores del material, un matrimonio de origen rumano, ambos con antecedentes policiales, los cuales lo tenían todo dispuesto para su inminente salida del país en la próxima semana, hecho que ha motivado su prematura detención, estando a la espera de realizar nuevas detenciones.
Por otro lado, la Benemérita ha indicado que en la mañana de este jueves se llevó a cabo un registro en la calle Miguel Rosselló y Alemany de Cala Major, lugar donde se guardaban los efectos, habiendo recuperado objetos valorados en más de 20.000 euros, entre ellos, una cámara Nikon profesional con objetivos valorada en 10.000 euros.
Finalmente, ha subrayado que este matrimonio se encargaba de receptar los efectos sustraídos y darle posterior salida de manera continua en el mercado teniendo una cartera de clientes.