LA PUNTILLA

Enamorarse: (breve cuento de otoño)

LA PUNTILLA | JAUME SANTACANA

Jueves 04 de octubre de 2012

Lunes. Hora habitual de entrada en una oficina. Las personas que trabajan, ya están situadas. El Jefe, llega tres minutos después, con el objetivo de lanzar un pequeño discurso ante el personal, una pequeña arenga, y personalizar y humanizar el trabajo. Cuando llega el Jefe, todo el mundo sabe que –por los comentarios- se conocerá su estado de ánimo.

Así pues, un lunes:

- “Buenos días”

- “Buenos días”

- “Las noticias de nuestro sector económico no son especialmente malas. Dentro de nuestras posibilidades, las acciones que estamos llevando a cabo, indican un inicio del final de la recesión.”

- “Jefe: está bien? Se encuentra bien?

- “Perfectamente; además, hoy luce un sol precioso y la temperatura no puede ser más agradable”.

-  “Jefe: pasa algo?

- “¡No, hombre! Que va a pasar: vamos bien, estamos contentos, tengo una energía vital envidiosa, ustedes son unos profesionales como la copa de un pino, y yo, como trabajadores, les tengo una gran admiración.”

- “Jefe, ¿no estará enamorado?”.

- “¿Quién?, ¿yo?”.

- “No se… da cómo la impresión, sabe?”.

 

 (interior del cerebro del Jefe) :

 

 “Jodeeeer!! Me han pillado: cierto, estoy enamorado. Completamente enamorado: me gusta, es bellísima, dulce, encantadora; con un pelo precioso y una mirada penetrante; es inteligente y pragmática…muy pragmática!; tiene una piel suave y “amelocotonada”; unos labios que aspiran al deseo; unos dedos que, cuando acarician, besan; sus ojos desprenden libertad; su corazón limpia mis deseos…”

 

 -       “Jefe: ¿le pasa algo? Le vemos raro Está mareado?”

-       “Venga!!! A trabajar…!!!”

-       “Vaya hombre: menudo consuelo!!”

 


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