La polémica por la decisión del Consell de Mallorca de importar residuos del extranjero tiene origen económico y político. Económico, porque hay que pagar las dos nuevas líneas de incineración de la planta de Son Reus que se realizaron en su día. Y político, porque en su día los políticos que ahora se oponen a la solución adoptada son los que dieron el último empujón para que Son Reus pudiera ser ampliado.
Ante la inminente necesidad de dar tratamiento a la cada vez más voluminosa bolsa de basura que se generaba en Mallorca, el pleno del Consell aprobó en febrero de 2.006 el Plan Director Sectorial para la Gestión de los Residuos Urbanos de Mallorca. Un plan que preveía la ampliación de la incineración, sin entrar en detalles. Dicho plan "casaba" con el Plan Nacional de Residuos aprobado a nivel estatal poco antes.
En 2.007, con la llegada de Francina Armengol a la presidencia de la institución, aún no se había dado el pistoletazo final a la decisión de aumentar la capacidad de la incineradora con la creación de dos nuevas líneas crematorias.
Armengol, apoyada por sus socios de gobierno, fue quien, en sesión plenaria, aprobó el instrumento necesario para iniciar las obras: el Proyecto Ejecutivo que -ahí ya sí- específicaba que lo que se iba a hacer para asumir todas las basuras era la creación de dos nuevas líneas de incineración.
Ahora hay que pagar el coste de esa ampliación y, si no se hiciera nada, tocaría subir un 50% el recibo de tratamiento de basuras que pagan todos los mallorquines. Para que eso no suceda, el equipo de María Salom iniciará en breve la importación de residuos ya tratados en países como Italia o Inglaterra para ser quemados aquí, con la correspondiente generación de energía que esto supondrá.
Tanto PSIB-PSOE como PSM-IniciativaVerds-ExM se interesarán hoy en el Parlament por cómo afectará a Mallorca la enmienda presentada por el PP al Proyecto de Ley de medidas urgentes para la activación económica en materia de industria y energía relativa a la importación de residuos.
En concreto, ambas formaciones preguntarán sobre la opinión del Govern acerca de que Baleares "se convierta en el vertedero de Europa" y por cómo esto afectará a la promoción turística. Además, los socialistas interrogarán al conseller de Turismo, Carlos Delgado, sobre si está a favor de la medida de su formación o no.