El rover marciano Curiosity de la NASA ha culminado una exhaustiva revisión de instrumentos de una semana de duración, despejando el camino para su primer recorrido de larga duración con el objetivo de determinar si el planeta rojo ha sido alguna vez hospitalario para la vida.
El vehículo de seis ruedas, propulsado por energía nuclear aterrizó hace cinco semanas en el interior de una cuenca de impacto gigante llamada cráter Gale, cerca del ecuador marciano, para llevar a cabo la primera misión de astrobiología de la NASA desde la efectuada en los años 70 por las sondas Viking.
La verificación de equipos de Curiosity concluyó con la maniobra de su brazo robot para acerca su cámara a la bandeja donde se analizarán las muestras de rocas y suelo.
El robot, equipado con el conjunto de instrumentos de laboratorio más complejo jamás enviado a un mundo lejano, también tiene un poco de turismo en su agenda. Los científicos quieren obtener imágenes de vídeo de la luna marciana Fobos pasando por delante del sol.