Ha echado la persiana Londres 2012, ese espacio multidisciplinar que durante un par de semanas nos ha invitado a conocer deportes que existen sólo cada cuatro años. Lo ha hecho con un buen botín de medallas para España, con la sensación de que ha abrazado competiciones históricas y con una ceremonia de clausura espectacular. El último día también grabó en fuego la imagen de la selección de Scariolo estrujando al máximo al mejor equipo de baloncesto del planeta.
Bajado el telón olímpico, todas las direcciones llevan hasta Son Moix. Allí el Mallorca agarra el testigo con la intención de perpetuarse un año más entre la elite del futbol nacional, que no es poco. Con el proyecto todavía en cueros y el hincha en la playa, será difícil sacar conclusiones como poco hasta septiembre. Mientras, habrá tiempo para hablar de tópicos asociados a la falta de rodaje, el calor y el desgaste mental. La liga, como dijo Aragonés, se juega en los diez últimos partidos. Hasta entonces, a disfrutar.
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