BANYARRIQUER

El catalán, un obstáculo

el aguijón | marc gonzález

Martes 03 de abril de 2012

Siempre he pensado que la inteligencia es un obstáculo para la felicidad, de forma que la gente, cuanto más burra y tontuna, menos problemas existenciales se plantea. No les preocupa el crecimiento económico de la China, ni la escasez de las reservas de petróleo, ni les importa un carajo a qué velocidad puedan viajar los neutrinos. Qué felicidad.

El conseller Gornés viene a confirmar mi teoría, cuando su subconsciente le traiciona y se refiere al catalán como un obstáculo que hay que remover para no impedir el acceso de personal competente a la función pública. Se ve que el bilingüismo nos incapacita. Dicho de otro modo, qué fácil sería todo si fuéramos monolingües, la de discusiones que nos ahorraríamos, la de argumentos falaces que evitaríamos escuchar en políticos sin fundamento. Lo que sucede es que, ya puestos a "catetizarnos", prefiero hablar sólo la lengua oficial de países como los Estados Unidos o la Gran Bretaña, que además es la universal, que una lengua que, aparte de España, se habla en grandes potencias tecnológicas como Honduras, Ecuador o Guinea Ecuatorial.

Ocurre, sin embargo, que a Bauzá, Gornés y compañía se les ha olvidado que, además de ser un engorro, las lenguas moldean la forma de pensar de los pueblos, y nosotros lo hacemos, desde el 1 de enero de 1230, en catalán. Aunque sea sólo para fastidiarles. 

 


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